La disputa por el pichichi

Fernando Ferreira

Un año más el campeonato de liga sirve de escenario para una competición paralela que esta temporada, a punto de enfilar su recta final, está a cobrar un especial atractivo, con dos protagonistas principales, estandartes representativos de los dos clubes que optan al título. Leo Messi y Gonzalo Higuaín viven su particular toma y daca jornada tras jornada, dotando de más emoción si cabe todavía a un torneo que de nuevo vuelve a convertirse en un duelo exclusivo entre el FC Barcelona y el Real Madrid en todos sus frentes.

A pesar de que el trofeo pichichi, que premia al máximo goleador del campeonato nacional de liga, se considera un premio secundario, de carácter individual y supeditado a los objetivos grupales del club, no hay duda de que tiene su importancia. En primer lugar, para todo jugador supone un reconocimiento añadido a su labor dentro de los terrenos, motivo de orgullo e indicativo de su capacidad anotadora, que pasa a engrosar su cache a la hora de posibles renovaciones, fichajes o alineaciones. Muestra de esto último es el ver y escuchar las calcadas referencias, cada comienzo de liga, al máximo anotador de la temporada pasada como uno de los indicativos de sus expectativas en la presente.

Por otro lado para el club, aunque no siempre se correspondan las marcas individuales con las del equipo, el fichar y potenciar a goleadores siempre resultará interesante de cara a los resultados. Asimismo, una vez alcanzados o errados los objetivos grupales, la consecución de otros reconocimientos como el pichichi o el zamora (premio análogo a este último que se adjudica al portero menos goleado) significan un logro a mayores que vendrá a engrosar los triunfos, o que atenuará ligeramente los fracasos.

La historia del trofeo pichichi se remonta a la temporada 1.928/29, año en el que se instauró en la primera Liga de España para premiar al máximo goleador del campeonato. El primer galardonado fue Francisco Bienzobas, extremo de la Real Sociedad que se alzó con el título con un total de 14 goles. El nombre del trofeo hace referencia a Rafael Moreno Aranzadi, delantero del Athletic Club de Bilbao a quién de niño habían bautizado futbolísticamente como “Pichichi”, por su pequeña estatura. Aranzadi es conocido como el primer gran goleador de la historia del fútbol español, gracias a su talento anotador, y a sus especiales dotes como jugador, entre las que destacaban su regate, velocidad y potente disparo. Consiguió un total de cuatro copas con el Athtletic y fue titular indiscutible con la selección, convirtiéndose en su gran estrella en los juegos olímpicos de Amberes de 1.920.

Desde sus comienzos, el trofeo ha tenido muchos nombres, destacando entre ellos por su relevancia el deTelmo Zarra. El vizcaíno, es el jugador que en más ocasiones se ha llevado el pichichi, un total de seis durante las temporadas 44/45, 45/46, 46/47, 49/50, 50/51 y 52/53, militando todas ellas en las filas del Athletic. Posee también el record de goles anotados en un solo torneo liguero, 38 dianas, que igualaría Hugo Sánchez en la temporada 89/90 con el Real Madrid, aunque este disputando seis encuentros más.

Le sigue de cerca otro ilustre del balompié, Enrique Castro “Quini”, ganador de cinco pichichis con el Sporting de Gijón y el FC Barcelona  (73-74, 75-76, 79-80, 80-81 y 81-82). Además de estos, Quini obtuvo un sexto pichichi que lo igualaría con Zarra, pero este en segunda división. Cinco obtuvo también Hugo Sánchez, los cinco de forma consecutiva en los campeonatos de liga celebrados entre los años 1.984 - 1.988, y el de la temporada 89/90, en las filas del Atlético de Madrid y el Real Madrid. Todo un lustro de  supremacía anotadora del mexicano que se convirtió así en el máximo goleador extranjero en España.

El equipo que cuenta con más pichichis a lo largo de la historia es el Real Madrid, 24 entre los que se encuentran figuras como Pahiño, Di Estéfano (5), Puskas (4), Amancio (2), Juanito, Hugo Sánchez (5), Butragueño, Zamorano, Raul (2), Ronaldo y Val Nistelrooy. De lejos le siguen el Athletic de Bilbao con 11 pichichis, el FC Barcelona con 10, el último conseguido por el camerunés Samuel Eto´o en la temporada 2.005/06, y el Atlético de Madrid con 8.

En la temporada actual, mediado marzo y a diez jornadas de su conclusión, las cosas pintan de la siguiente manera en esta particular disputa: Leo Messi encabeza la lista para alegría del FC Barcelona, con 25 goles, seguido muy de cerca por el madridista Gonzalo Higuaín, con 22, y un poco más alejado, por “el Guaje” David Villa, con 18. A pesar de su desempeño, Cristiano Ronaldo, otro madridista que apuntaba al pichichi en la primera vuelta, comienza a quedarse estancado en un cuarto puesto a casi diez goles de la cabeza, al igual que ocurre con Diego Forlán (vigente poseedor del título) con quince dianas, Ibrahimovic con trece y Soldado con una menos.

Por las cifras y las estadísticas acumuladas hasta la fecha parece que la lucha por el trofeo será cosa de los dos argentinos. Teniendo en cuanta además la eficacia anotadora de ambos (han marcado por partida doble e incluso triple en varias de sus actuaciones), no sería de extrañar que consiguieran superar la treintena de goles (algo logrado solo por 11 jugadores desde que se entrega el trofeo) o incluso batir el record de Zarra.

La campaña de Leo Messi ha sido sobresaliente especialmente en liga y liga de campeones, promediando un gol por partido. Sin la presencia ya de Eto´o, y ante la relativa sequía (de goles que no de juego) de su actual “partenaire” en la delantera culé, Zlatan Ibrahimovic, Messi se ha erigido como principal ariete del FC Barcelona, demostrando una ambición insaciable a la hora de marcar.

Higuaín, por su parte ha salido al paso de rumores y habladurías del modo que mejor sabe hacerlo, reivindicándose partido tras partido con tantos que han resultado cruciales para que su equipo se mantenga en lo más alto de la pugna por el título. A pesar de haber contado con menos minutos que otros miembros de la delantera merengue, sus porcentajes son similares a los de su compatriota azulgrana.

En lo que se refiere a sus características en el terreno de juego, las similitudes entre ambos se limitan a su nacionalidad y a un especial olfato para el gol, que han cuajado a la perfección en los distintos esquemas de juego de sus respectivos equipos. La creatividad, versatilidad de posiciones y dominio técnico de Messi, junto con su particular sangre fría, lo convierten en el jugador más peligroso delante de una portería. La humildad de Higuaín no resta un ápice a su incontestable pegada a la hora de anotar. Es un jugador físico que a pesar de no sobresalir en ninguna faceta en concreto cumple a la perfección en todas ellas. Dos jugadores decisivos que pueden decidir no solo un trofeo, sino un todo un campeonato liguero.

Así las cosas, la emoción está servida, esta vez por partida doble, y con numerosos alicientes añadidos, como el cara a cara de ambos pretendientes al título el 11 de abril en el Santiago Bernabeu. Quedan por delante dos meses de vértigo que de seguro cumplirán con las expectativas, convirtiéndose en todo un regalo para los aficionados al fútbol y especialmente al gol.

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Que viva el Arte

Daniel Barriga

Cuando uno estudia Comunicación Audiovisual y va a clase, contempla extrañado como profesores de todo tipo presumen del cine y de la fotografía como arte, y los alumnos contemplan los documentales sin poner en duda la palabra del maestro. Sin embargo, son esos mismos a los que se les pone una sonrisa irónica cuando se intenta defender al deporte en general y al periodismo deportivo en particular, llegándolo a confundir con la tan de moda, por desgracia, prensa rosa. Después de lo visto ayer en la Romareda, y de ver una y otra vez las obras maestras de Lionel Messi en el pórtatil mientras otros discuten sobre qué es arte y qué no, dan ganas de poner una proyección y callar, de no intentar convencer con argumentos sino con la belleza de ver a alguien tan pequeño barriendo todo lo que sale en su camino, emulando a los Espartanos de 300. Un chico de barrio, con la elegancia de Audrey Hepburn y también la contundencia del mejor Rocky Balboa.

Messi ha demostrado durante años, a pesar de tener 22, su virtud, disposición y habilidad para hacer algo, lo que coincide plenamente con la primera entrada de la palabra arte en el Diccionario de la RAE,. Aunque quizá la acepción que convendría cambiar sería la de "Acciones que tienen por objeto expresar la belleza, y especialmente la pintura, la escultura, la arquitectura y la música". Seguro que al bueno de Miguel Delibes no le habría importado en absoluto añadir la palabra fútbol a tal definición. No sería ningún disparate teniendo en cuenta que todo lo anterior tiene algo de perfecto, y que mejor momento que alabar la perfección de lo imperfecto ahora que Nike ha estrenado su anuncio con Cristiano Ronaldo entrenándose en una sala de espejos, dándole a la acción y al protagonista más ego en busca de la perfección. Ese anuncio no está hecho para Messi, y no por calzar otra marca de deportivas, ni para Rooney, el chico malo de la Premier.

Ambos son ejemplos de la comentada perfección de lo imperfecto. Me comentaba un amigo, y no le falta razón, que ambos son antítesis de lo que se busca en las escuelas de fútbol, en las que el más alto, el más rápido y el más fuerte son los que reciben más elogios (ni que esto fueran los Antiguos JJOO, citius, altius. fortius). Se busca el dominio de ambas piernas y el poderío físico, pero ahí están estos dos chicos para desacreditar a los "sabios", con los españolitos subidos a ese carro en el que los pequeñitos también la saben tocar.

Ésa variedad, la antagonía entre los tres mejores jugadores del mundo da muestras de la pluralidad de este maravilloso juego, llevado a un extremo celestial en Viena por nuestra selección, en lo que fue una ópera prima, dirigida por uno de esos locos bajitos que se erigió en la figura del local Mozart para dirigir una orquesta en la que nadie desafina. Cuestión de Arte.

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El adios a Julián Bernal

Fernando Ferreira

El deporte gallego se encuentra de luto tras el triste fallecimiento del corredor Julián Bernal por causas naturales y a la edad de 91 años. El conocido como abuelo del atletismo nos dejaba la madrugada del pasado miércoles de forma inesperada. El domingo anterior, unas molestias en el estómago le obligaban a suspender su participación en la que habría sido su prueba número 800, una carrera popular celebrada en Monforte de Lemos. Dos días después tuvo que ser trasladado al hospital de Ferrol, su ciudad de acogida, donde finalmente falleció.

El atleta se había convertido en todo un referente en el deporte veterano de nuestra comunidad. Natural de Sotragero, en Burgos, se trasladó a Ferrol tras contraer matrimonio, lugar donde ejerció su carrera profesional como agente de la guardia civil. Empezó a correr a los 76 años, tras perder a su esposa y a modo de afición, tal y como comentaba, porque un día se le ocurrió echar a trotar en la playa de Doñidos. Su hijo, que más tarde se convertiría en entrenador, y con el que compartía la pasión por el deporte, le animó a inscribirse en la que sería la primera prueba de una carrera deportiva de más de 20 años de duración,  en la que ha cosechado innumerables éxitos.

Sin desmerecer ningún tipo de distancia, llegó incluso a participar en medias maratones, así como en pruebas de velocidad y medio fondo que dieron como resultado un palmarés impresionante. Varias veces campeón de España, Europa y Campeón Mundial en distintas distancias, (el mes pasado conquistó en los nacionales de Zaragoza un triplete en los 400, 800 y 1.500 m.) estableció dos records mundiales, el primero a la edad de 85 años, en los 3.000 m., al aire libre, el segundo el pasado año también en Zaragoza en pista cubierta y en la categoría de máster 90, rebajando en cuatro minutos la marca vigente hasta entonces. De todos estos resultados comenzaron a hacerse eco los medios de comunicación, tanto especializados como generalistas, que resaltaban auténticas proezas de Bernal, como la de participar en un solo año hasta en 106 carreras, haciéndolo merecedor de la admiración que esto representa.

Sin embargo, el mayor logro del entrañable corredor no se puede cuantificar con cifras. La humildad con la que se acercó y triunfó en el deporte supone el mejor y mayor ejemplo que nos ha podido dejar a todos. Julián Bernal no corría por los trofeos, por competir o ganar, corría porque disfrutaba con ello, porque lo necesitaba, porque le hacía sentirse vivo. Tal y como manifestaba en una entrevista realizada hace dos años, al ser preguntado por el modo de encarar su jubilación: “Hay que afrontar la jubilación de una manera positiva. El tiempo que se gana al trabajo hay que emplearlo en mejorar la calidad de vida y en mantenerse activo. Es aquí donde potenciamos nuestra participación en el deporte. A través de él disfrutamos de una vida sana y una buena alimentación, conocemos nuevos lugares y otras personas. En definitiva, la jubilación supone iniciar otra manera de realizarse”.

Esta manera de pensar y de actuar, esta manera de vivir han hecho de Julián una persona querida y admirada por todos. Con su naturalidad, humanidad y entusiasmo ha inspirado y llenado de ilusión a muchos que han conocido en él a un ejemplo de cómo afrontar la vida. El tiempo pasa para todos, pero somos nosotros los que decidimos como envejecer, dejándonos arrastrar por él, o buscando la felicidad en aquello que nos hace sentir y ser jóvenes, independientemente de la edad que tengamos.

Julián Bernal se fue haciendo realidad uno de sus sueño; “¿Dejar de correr?, Mientras el cuerpo aguante, seguiré ahí”. Un hermoso final para una hermosa persona en esta su última prueba, la número 800, que como nos tenía acostumbrados, culminó con la más grande de las victorias. Solo nos queda despedirnos y recordarlo como a él le habría gustado, disfrutando de la pasión que de seguro seguirá practicando allá donde se encuentre. Hasta siempre Julián.

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La Semana Negra

Daniel Barriga

Acaba la 2º semana de marzo y lo hace con 2 flechas clave para el Real Madrid como institución. El fracaso, si, fracaso del miércoles y el hundimiento del jueves, que dejan el proyecto del Madrid en una situación harto complicada tanto en fútbol como en basket, con  2 meses por delante. Meses en los que se deciden los títulos, esos días que con el tiempo se convierten en efemérides y todo aquel que las recuerda lo hace con una sonrisa en la cara.

Con la decepción de lo acontecido en el Bernabéu el día anterior, la afición del conjunto blanco se presentaba en Vistalegre con la vista puesta en los cuartos de final y un posible cruce contra el Regal Barça que sólo de pensarlo da pánico. La cosa empezó bien y continuaba viento en popa, con Llull liderando al equipo, por encima de todos los llegados este verano, el Madrid se marchaba de 16, fiesta en la plaza y todos más tranquilos que al llegar, una eliminatoria contra el Partizán es sin duda más asequible,  posibles polémicas arbitrales al margen y si no que le pregunten al propio Barça. Pero en estas estábamos cuando al Maccabi le dio por meterse en el partido... ¡Cuánto miedo da este Barça!

El desenlace, conocido por todos, deja el proyecto de Messina en medio de un mar de grandes olas, aunque su puesto no peligre, todavía está muy presente la final de Copa del Rey, incluso el partido de liga regular de diciembre en el que un vendaval disfrazado de blaugrana arrasaba al por entonces líder de la competición.

Hay fé en Messina y su proyecto, en el que se ha invertido mucho dinero, como en fútbol, y al que se presume que se le va a dar tiempo para que el equipo desarrolle todo su potencial, ¿Cómo en fútbol?, ahí Pellegrini tiene las horas contadas aunque gane la Liga.

Los éxitos que llegan desde la Ciudad Condal dificultan las cosas, aunque el filósofo Valdano insinúe lo contrario, pero actualmente el Madrid de fútbol vive en déficit y repudiando todo lo que tenga que ver con el número 6. Ya saben, los 6 títulos, el 2-6 y los 6 años de no pasar de Octavos.

Además, la presión mediática y la poca aceptación con la que cuenta el arquitecto en dichos medios, hacen que el ex del Villareal carezca de toda la confianza de la que dispone Ettore Messina.

No tengo dudas que el proyecto del ruso, con paciencia, dará días de gloria, el chileno lo tiene difícil. Cuestión de tiempo.

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Si el Barça gana la Liga, el Madrid se queda sin nada

Héctor Alonso

Es impresionante como cambian las cosas en el mundo del fútbol de un día para otro, no hace mucho (menos de una semana) el Barça empataba contra el Almería y el Madrid ganaba jugando muy bien contra el Sevilla. Los de Pellegrini  se colocaban líderes y solo cabía esperar pensar ya en Europa…

Pero todo se ha torcido en la casa blanca tras la eliminación de la Champion y el saber que no se jugará la final del Bernabéu. Ya lo dije en su día y no me cansaré de repetir el fútbol es un negocio (de eso no hay la mínima duda), que van acompañados de resultados deportivos y que estos no se pueden conseguir a base de talonario, es imposible.  Si tener a los mejores jugadores  del mundo ayuda no lo voy a negar, pero lo que prima y lo que la final te dan resultados es tiempo y continuidad, eso no se compra, y es por eso que el Barça ha hecho lo que ha hecho en los últimos cinco años y es por eso que el Madrid está donde está.

El tiempo no existe en Valdebebas, ni la continuidad, no ha habido ni un entrenador que le ha durado una temporada al señor Florentino y eso no es muy normal. Ahora se pone entre las cuerdas al chileno, y en mi opinión seria el mal peor para una solución precipitada. Se vio bien claro y ya lo dijo Guti que el Madrid no juega como equipo, y es una realidad, lleva siendo así varios años, y que a nadie le confunda el partido del Sevilla. Solo, únicamente se  jugará como equipo cuando den tiempo y continuidad a un proyecto.  Casualmente hace tiempo se ve que la falta de tiempo es el mal blanco y ha sido lo que le ha ayudado al Barça que si lo ha tenido.

Dejar las cosas como están, seguir trayendo a los mejores y consolidar un equipo pese a estar dos años sin ganar nada, porque más vale estar dos años sin ganar nada y volver a ser el mejor equipo del mundo que ganar títulos por fallos de los demás (como las últimas ligas que ha ganado el Madrid). De momento lo que está claro es que si el Barça gana la liga el Madrid se quedará sin nada, se quedará igual que el Hércules, Osasuna o Recre, pero con cara de tontos tras gastarse lo que se han gastado.

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Paris-Niza: Je t'aime

Javier Zori del Amo

Faltan todavía cuatro meses para el Tour de Francia y pese a ello, los mismos organizadores (la empresa francesa A.S.O., también responsable de la Dauphiné Liberé o la Paris-Roubaix) tienen un as de la manga para los primeros compases de la temporada. No es otra que la París Niza, la primera prestigiosa carrera que se disputa dentro del calendario internacional. Desde ya hace unos años comparte algunos días con otra de las grandes pequeñas vueltas: la Tirreno Adriático. Sin embargo, ambas competiciones se las han sabido arreglar para que los corredores sepan elegir: mientras que a la francesa acuden los especialistas en carreras por etapas, en la italiana compiten los sprinters y grandes clasicómanos (aunque no sea algo exclusivo de cada vuelta). Me declaro fan de todo lo que hacen los franceses en ciclismo, ya que saben paliar una gran sequía de corredores de calidad con unas carreteras y puertos espectaculares y una afición que se merece un diez. Así que sin desmerecer la carrera transitálica, rompo una lanza a favor de la boucle francesa como una de los espectáculos más jugosos para los que estamos hambrientos de épica sobre dos ruedas.

Nacida en 1933 como el sueño de Albert Lejune de hacer una carrera ciclista que uniera a dos de las cabeceras periodísticas de las que era dueño, la carrera ha sufrido altibajos en su historia hasta situarse ahora como un referente. Lo es por varias razones: la primera por ser la primera vuelta exigente de la temporada. La segunda, porque pese a su exigencia, da oportunidades a ciclistas menos conocidos para descubrirse y anotarse una carrera prestigiosa (es el caso de Luis León Sánchez, Jörg Jaksche o en 2007 Alberto Contador). Y la tercera porque regala un espectáculo hermosísimo en el que las montañas de los Alpes marítimos se unen con el mar Mediterráneo. Además, rompe con la absurda tradición de descafeinar el principio de temporada por miedo a que los grandes ciclistas se desgasten de cara al Tour. Esa mala costumbre que estableció un marciano colonizador como Amstrong (marciano colonizador porque llegó desde fuera de Europa a tiranizar tanto a las carreras en las que no participaba como en las que sí), ha muerto de la mano de Schleck, Valverde o Contador, que establecen esta carrera como una de sus preferidas.

Este año promete espectáculo ya que la A.S.O., con buen criterio, ha decidido que lo bueno no debe de cambiarse y mantiene las etapas llanas con las míticas como la última, en la que se suben tres puertos de primera para acabar en un descenso frenético hasta la meta en la capital de la costa Azul. A eso hay que sumarle el impresionante elenco de favoritos: Samuel Sánchez, Luis León Sánchez, Valverde, Contador, Chavanel, Frank Schleck etc. que eligen esta carrera para prepararse sin dejar de luchar por ella. Y es que sus empinadas carreteras han visto sufrir una pájara a Alberto Contador, han vivido duelos Poulidor-Anquetil y esperan que este año los ciclistas sepan dar espectáculo. Niza, Mende, y el resto de las llegadas prometen poner todo de su parte.

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No juegan a nada, no son un equipo, son demasiado individualistas, no van a ganar nada, el entrenador no sirve, no se tira de la cantera… Éstas son algunas de las lindezas periodísticas con las que ha tenido que torear la plantilla del Real Madrid en lo que va de temporada. Tan sólo unos pocos, entre los que tengo el placer de estar, confiábamos en un equipo en construcción que ahora, nunca es tarde, empieza a dar sus frutos.

Me tiro a la piscina del triunfalismo dos meses antes de que acabe las competiciones oficiales y con el partido contra el Lyon por decidir, pero estoy confiado de que la alegría contra el Sevilla dará alas al equipo blanco mientras que pondrá nervioso a la iglesia culé, que a estas alturas ya empieza a enfadarse de las actuaciones arbitrales.

Motivos de este punto de inflexión (que nadie esperábamos tan temprano): Para empezar el conjunto de Pellegrini vuelve a la senda de la victoria contra los equipos de arriba, que precisamente contra el Sevilla perdió esa condición. También comentar el cambio de juego del equipo blanco, no fueron 10 ni 15 minutos, fue una segunda parte más que brillante, nadie puede dudar de la gran superioridad merengue durante todo el partido, ni la prensa catalana pudo manchar los titulares por la labor arbitral, que no fue ni mucho menos ejemplar.  El Real Madrid lleva toda, repito TODA, la segunda vuelta realizando un gran fútbol, desde el partido en Riazor, con el antológico taconazo de Guti, los hombres de Pellegrini cuentan sus partidos con victorias en la competición liguera.

Pero… ¿qué hay del rival? Nervios…muchos nervios. Las últimas declaraciones de Alves así lo demuestran: “No consideró al Madrid líder”, ¿provocación? O simplemente no quiere reconocer la realidad. El lateral brasileño del Barcelona se basa en que aún no han jugador los dos partidos entre sí…Lleva razón. Pero por ese mismo problema no se tiene en cuenta la estadística de partidos entre ellos y sí el “Gol average”, por la cual el equipo blanco es líder.

Es difícil bajar de las nubes de la gloria que ha tenido el conjunto catalán durante el último año…La acción de Guardiola frente al Almería, es expulsión le cueste a quien le cueste. Duele ver a un ganador, a un superentrenador, como Pep que siempre ha presumido y ha sido un modelo de llevar un equipo, bajar a los abismos que el mismo criticó de dirigirse en modo despectivo a los árbitros.

Ahora sólo me queda sentarme en el sofá y disfrutar con el final de la liga, aunque siempre tendré la conciencia tranquila ya que pase lo que pase en estos dos meses, el Real Madrid ha vuelto a la primera plana futbolística con buen juego, le pese a quien le pese…

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Ayer comenzó la Vuelta a Murcia 2010 con una gran polémica: el veto a los equipos italianos tras la sanción por dopaje en ese país a Alejandro Valverde. Quizá los paletos no sean sólo los murcianos, sino también los responsables españoles que aún no han sancionado a Alejandro Valverde tras demostrarse, tras un error judicial, que se ha pasado por alto todas las diligencias de lo que en su día fue la Operación Puerto. Algunos han pagado (Manolo Sáiz sigue a la sombra) y otros siguen tan tranquilos corriendo por las carreteras.

Poniéndonos en la situación de que Valverde sea inocente, el veto de la Vuelta a Murcia es el ejercicio de paletismo más horroroso que he visto en mi vida, propio de los tiempos de las dictaduras fascistas europeas. El hecho de que Italia, un Estado de derecho haya condenado a Valverde y que el TAS lo haya refutado, da suficiente legalidad a la condena al murciano, por lo que lo único de deberíamos hacer en España es silenciar, o, si procede, condenarle también. Italia se ha cargado a sus vacas sagradas como Di Luca, Sella o Basso y tiene extremadamente vigilado a Damiano Cunego. España, por su parte, deja hacer para seguir siendo el mejor país en este deporte. Me recuerda a lo que se hacía en la RDA, cuando se sobredopaba a corredores que no supieron convivir con el éxito. No vale todo para ser los mejores.

Por lo tanto, la Vuelta a Murcia debería de haber rectificado y haber admitido a los equipos italianos, que seguro habrían dado mucho juego a la carrera. Supongo que si Amstrong corriera en un equipo italiano la historia habría sido muy distinta. No podemos dejar que este paletismo injustificado afecte a algo tan sencillo como el deporte, este deporte en el que, por ahora, gana el mejor.

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Me gustaría hacer un análisis del Real Madrid de futbol aunque no se si estoy capacitado, creo que más bien habría que encomendárselo a Mulder y Scully, expertos en fenómenos paranormales.

Al Cesar lo que es del Cesar… Cuando hablamos de la sección de futbol del Real Madrid hablamos del equipo con más títulos ligueros en España y el equipo Europeo con más Copas de Europa. Eso no lo puede negar nadie, y ahí está la historia para demostrarlo.
La FIFA lo ha nombrado como el mejor equipo del siglo XX, por lo tanto sería injusto no tratarlo como se merece, tanto por los aficionados al futbol como por el estamento arbitral, equipos rivales…

Los jugadores más mediáticos del mundo quieren engrosar sus filas: por un lado quieren formar parte de este equipo que supuestamente garantiza títulos. Por otro lado saben que el club tiene dinero para pagar fichar estratosféricas y traspasos millonarios.

Pero, ¿qué me dicen de su futbol? Hace más de un lustro que su futbol no enamora, si alguna vez lo ha hecho, y es que no recuerdo equipos históricos que hicieran un futbol colectivo que agradase al aficionado. Sería de necios decir que el Real Madrid en su historia reciente contando en sus filas con algunos de los mejores jugadores del mundo en su plantilla, no ha realizado buenos partidos. Pero también es cierto que muchos partidos se decidían gracias a una genialidad de alguno de sus galácticos, siendo el resto del encuentro como dirían en la NBA, los minutos de la basura.

Hubo una época no muy lejana en la que al campo acudían mujeres no para asistir a un espectáculo deportivo, sino para ver el último cambio de look de Beckham, o para admirar las piernas de Luis Figo, convirtiendo al deporte rey en un mundo de famoseo y farándula digno de los programas de sobremesa que tanto detesta pero que a la vez tanto consume esta sociedad. Y en este mundo rosa en el que por momentos parece haberse convertido el mundo del futbol, ha tenido gran culpa el Real Madrid encabezado por su mago de las finanzas particular Florentino Pérez.

El Fútbol es eso precisamente, futbol, un deporte, y la irrupción de personajes acaudalados que saben más de negocios que de deportes no han hecho más que empeorar la imagen de este deporte tan amado por el pueblo.

El Real Madrid ha perdido su identidad desde la llegada hace una década de Florentino Pérez a su presidencia. Denostado por algunos y encumbrado por otros, no deja indiferente a nadie. Y la sección de futbol del club lo ha notado profundamente. El amante del futbol quiere que su equipo gane pero también quiere disfrutar del espectáculo, porque no debemos olvidar que el futbol es un espectáculo: deportivo. El Real Madrid lleva años sin hacer disfrutar a su afición. Es cierto que han obtenido títulos, pero han sido sin desarrollar un juego brillante, poco digno del proclamado mejor equipo del siglo XX. Las pitadas en el feudo madridista se han repetido con mucha frecuencia a lo largo de las campañas pasadas, y aunque sus aficionados finalmente disfruten ganando un título no recuerdan más que eso, el título, pero no su juego, porque nunca existió.

En la otra cara de la moneda tenemos el ejemplo a seguir: el Barcelona FC. Nadie puede negar que ha entrado por meritos propios en la historia del futbol tras conseguir a lo largo del año 2.009, 6 títulos. Pero en la retina del aficionado al fútbol no solo del aficionado culé, quedará ese futbol colectivo preciosista con jugadores que disfrutaban jugando al futbol y que hacían disfrutar al aficionado.

Los entendidos dicen que es más difícil mantenerse que llegar a la cima. Y precisamente eso es lo que le esta ocurriendo al Barcelona esta temporada. Los equipos contrarios ya saben que es lo que tienen que hacer para frenar el torrente ofensivo del equipo de Pep Guardiola y de este modo obliga al equipo a superarse y lo hace sin olvidar sus señas de identidad, que no son otras que jugar el balón, mimándolo y utilizando el criterio en todas sus jugadas.
Desde Madrid se empeñan en dar por concluido un ciclo aunque desde Barcelona se niegan a contestar en prensa y cierran bocas nada más que con goles y victorias, y no nos olvidemos de lo más importante: con buen futbol, por más que le duela a algunos. El juego del Barcelona no ha cambiado, lo que ha cambiado es el planteamiento de los contrarios cuando se enfrentan a este.
Es difícil pronosticar lo que sucederá al final de esta temporada, aunque lo que tengo claro es que al final será cosas de dos: Madrid y Barça. La eficacia demoledora del Madrid contra el juego preciosista y con criterio del Barcelona. Los amantes del futbol a buen seguro ya tendrán su preferido. Yo también.

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