HA10 Diciembre 2017

Surcando en helicóptero el cielo de Los Angeles para luego descender al parquet del Staples Center, así se presentó Kobe Bryant en el día en que se retiraron los dorsales, 8 y 24, que le acompañaron durante sus veinte años de carrera en Los Lakers, el club de su vida. Kobe llegó a casa desde el lugar que ocupa en el corazón de los aficionados: el cielo. Como si de un dios que bajase al encuentro de sus fieles se tratase. La “mamba negra” es el gran símbolo del club californiano y un ejemplo perfecto de fidelidad y amor a unos colores que llevó a lo más alto.

Una vida entera dedicada en cuerpo y alma a dos números distintos pero a una misma camiseta. Los Angeles Lakers son Kobe Bryant y Koby Bryant es Los Angeles Lakers. El escolta nacido en Filadelfia se rodeó de familiares y amigos en lo que fue un sentido homenaje a la carrera de uno de lo mejores jugadores de la historia de la NBA. La plantilla de los Warriors tampoco quiso perderse el homenaje y en forma de tributo se quedaron a aplaudir. Algún día podrán decir que jugaron, y ganaron, en el día en el que en el Staples Center se retiraron para siempre los números 8 y 24 de los Angeles Lakers.

La principal ausencia de la noche fue la de Phil Jackson, una de las personalidades más portentosas del baloncesto americano y el entrenador con el que Kobe Bryant levantó cinco anillos. Sus estadísticas como escolta de los Lakers son sencillamente imponentes. La “mamba negra” posee más de treinta récords individuales en Los Angeles, además de diferentes marcas de puntuación en la NBA, siendo el máximo anotador en 2006 y 2007, participando dieciocho veces en los All Stars o logrando el MVP de la temporada regular en 2008. Los números están ahí pero, más allá de estos, hay jugadores que trascienden de este tipo de marcas, que están por encima de cosas tan difíciles de valorar como la calidad o el nivel de juego. Kobe Bryant es uno de ellos.

Otro tema es si la retirada de un dorsal, en este caso dos, es la mejor forma de rendir homenaje a un mito. En mi opinión, no. Porque el hecho de que haya más jugadores que en el futuro vistan los números 8 y 24 no desvanecerá nunca el legado de Kobe Bryant en los Angeles Lakers. A la leyenda de la Juventus, Del Piero, le preguntaron un día porque se negó a que el club de Turin retirará su tan reconocido 10, el contestó que porque hay muchos niños, que como él de pequeño, sueñan con vestir el 10 y que si hubiera aceptado ese retiro, ese sueño se habría hecho añicos. Aunque volviendo al tema en cuestión, e independientemente de números y camisetas, Kobe Bryant siempre será el rey de Los Angeles, la leyenda más grande de los Lakers. Un dios.

La NBA sigue su transcurso y con ella los típicos rumores que siempre la acompañan. Los focos ahora apuntan al 'rey' (The King, como le llaman allí): LeBron James. El alero de Akron promedia la friolera de 28,4 puntos, 8,2 rebotes y 9,2 asistencias por partido. Por no hablar de sus porcentajes en tiros de campo y triples: 57% y 41% respectivamente.

Pero hoy no estamos aquí precisamente para hablar de los números de LeBron, estamos aquí para arrojar luz sobre su futuro, que se está empezando a nublar.

El alero de los Cavaliers será agente libre a final de temporada y bien sabido es que se plantearía cambiar de aires si Cleveland finalmente no sé proclama campeón de liga. Sonaron equipos como 76ers o Lakers, pero al poco tiempo perdieron fuerza como candidatos ya que a pesar de ser equipos jóvenes y con proyección, sus opciones de optar al anillo son casi nulas.

La opción que está empezando a sonar con bastantes credenciales es Houston. Los Rockets parecen ser la opción prioritaria para que LeBron cambie de aires. No solo porque son el equipo que más cara puede plantar a los Warriors sino porque James Harden y Chris Paul son íntimos amigos de LeBron.

Otro factor que podría acercar al jugador a Houston es la intención que tenía Carmelo Anthony durante este verano de ingresar en los Rockets, aunque después este acabara marchándose al equipo en el que milita actualmente: Oklahoma City Thunder.

Según fuentes de la ESPN norteamericana, Carmelo tenía como deseo formar plantel con Chris Paul y Lebron, pero finalmente fue algo que acabó en el tintero puesto que LeBron decidió continuar en Cleveland, mientras que Carmelo marchó a Oklahoma.

Futuro incierto para uno de los mejores jugadores de la NBA. No sabemos si el alero de Akron seguirá militando en los Cavaliers o si por el contrario decide materializar el 'deseo' de Carmelo Anthony. Lo que sí sabemos con seguridad es que como se junten en un mismo equipo Harden, Paul, Carmelo y LeBron, la NBA se pondría patas arriba.